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Publicado en por Valeria

Allí han permanecido estos históricos documentos durante los últimos 23 años, lejos  de los ojos públicos. Solo contadas personas lo pudieron ver en todo ese tiempo; hasta  el 7 de julio de 2008, cuando fueron abiertos y copiados, con tal fidelidad, que las páginas del facsímil de ambos cuadernos tienen el color del tiempo y la humedad.  En la dura tapa de la agenda se ha reproducido, incluso, la huella de una quemadura que conserva el original. Por lo que se ve,  los años deben haber debilitado la intensidad de la tinta y el trazo pequeño del Che. Pero no el espíritu de la campaña guerrillera, especialmente  perceptible en esas páginas que parecen sacadas directamente del pasado para llevarnos hasta la selva boliviana, sus humedades, sus hostilidades, pero también los buenos momentos, la pelea, la resistencia, el hambre, la sed, la enfermedad y la asfixia del infinito combatiente. Dos aspectos que llaman la atención: impresiona que  la letra siempre es la misma, no importa cuan aciago haya sido el día en la guerrilla; por otra parte cuatro tonalidades de tinta azul se aprecian a lo largo de todo el Diario. Edición facsimilar del Diario del Che en Bolivia, precisa el folleto de presentación, donde se encuentran dos prólogos: uno, muy breve, escrito por el Presidente Evo Morales Ayma, el 8 de octubre de 2009 y la “Introducción necesaria” de Fidel a la primera edición del histórico documento. Los dos cuadernos y el folleto están protegidos por una bolsa de nylon, medio chamuscada, como se les halló en su momento y dentro de un morral. Según el folleto, esta es una obra del Comité organizador de la conmemoración del 40 aniversario del asesinato del Comandante Ernesto Che Guevara, integrado por Pablo Groux, Ministro de Culturas de Bolivia, Rafael Dausá, Embajador cubano  en La Paz, Mercedes de Armas, ministra consejera de la embajada cubana, el senador Antonio Peredo Leigue y el escritor Carlos Soria.

 

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