Julio Antonio Mella,símbolo de los ideales más puros

Publicado en por Valeria

El 10 de enero de 1929 caía abatido en una calle de México Julio Antonio Mella, líder indiscutible del estudiantado universitario y comunista comprometido con la defensa de los ideales más puros del pueblo cubano. En él se resume una de las personalidades revolucionarias más íntegras y poderosas de su tiempo. Su misión de vanguardia, en las nuevas circunstancias históricas aparecidas con la República neocolonial, lo llevaron a la creación de instrumentos para la lucha que se avecinaba. Las primeras influencias las recibiría el joven Mella del pensamiento de José Martí. El ideario martiano, antiimperialista, patriótico y humanista había calado profundamente en su mente abierta a las inquietudes de un medio complejo y negativo, que incitaban a acometer acciones para lograr cambios inaplazables. Posteriormente se produciría, al influjo de la Revolución de Octubre, su encuentro con los ideales y la teoría marxista, necesarios para ejercer el liderazgo y conducir a las masas a la acción revolucionaria. Desde su entrada a la Universidad de La Habana, tras concluir los estudios de Bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, Mella asumió importantes responsabilidades y compromisos que lo vincularían de manera definitiva al quehacer revolucionario. Allí comenzaría su lucha: en noviembre de 1922 fue nombrado administrador y colaborador de la revista Alma Mater; en enero de 1923 dirigió el Movimiento Reformista en la Universidad de La Habana, y posteriormente fundó el grupo Renovación. En los meses siguientes ocupó la presidencia de la Federación de Estudiantes Universitarios y presidió el Primer Congreso Nacional de Estudiantes. Su ideal de extender la educación universitaria a sectores más amplios de la población le llevaron a crear la Universidad Popular José Martí, expresión del alto compromiso del estudiantado universitario de su época de contribuir a elevar el nivel cultural de los obreros, demostrando el necesario vínculo que debía existir entre los movimientos obrero y estudiantil. El pensamiento de Mella trascendió los marcos del recinto universitario, al vincularse a la Liga Antiimperialista de las Américas, convirtiéndose en el fundador de la sección cubana de la misma en 1925, convertida en importante instrumento de lucha en ese momento histórico. Manifestación acabada de su pensamiento revolucionario y su compromiso político fue la creación del primer Partido Comunista, junto a Carlos Baliño y otros revolucionarios, el 16 de agosto de 1925. Su labor revolucionaria e incesante crítica a los males sociales engendrados por el entreguismo del tirano Machado a Estados Unidos y la corrupción administrativa, condicionaron su expulsión de la Universidad de la Habana. Pero estas represalias no lograron acallar su voz, por lo que se ganó el odio del dictador, quien lo mandó a apresar bajo la falsa acusación de cometer actos terroristas. Y allí, desde la prisión, continuó su oposición con una huelga de hambre como expresión de rebeldía y desacato al gobierno, acto que elevó sus dotes de líder indiscutible. a persecución y el asedio a que fue sometido lo obligó a huir y buscar refugio en México, desde donde prosiguió su actividad política convirtiéndose en miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del Partido Comunista de ese país. Dentro de su fecunda obra rezan trabajos como El grito de los Mártires y su insuperable escrito Glosas al pensamiento de José Martí - ambos publicados durante su estancia en México- , este último demostración del significado de Martí para los jóvenes revolucionarios de su época. Fiel a los preceptos martianos entregó la vida por la defensa de sus ideales y por el de la República justa y democrática a la que aspiraba, movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor. Por eso cuando la muerte se interpuso en su camino, con un último hálito de vida le confesó a su ya inseparable y amada Tina Modotti "Muero por la Revolución".

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